McKinsey predice que los resultados financieros mejorados que la mayoría de los bancos están viendo serán de corta duración y que deben usar el tiempo para reinventarse. Una recomendación clave es duplicar las formas de financiamiento verde que mejor se adapten al tamaño y las circunstancias de la institución.

Para muchas instituciones financieras, el retorno de tasas de interés más altas se traduce en una mayor rentabilidad a corto plazo. Pero un importante informe de McKinsey sugiere que, excepto para unos pocos jugadores selectos con especialidades lucrativas, las ganancias no durarán. ¿Qué sigue?

La firma cree que las instituciones de todos los tamaños deberían considerar los próximos dos años como un respiro, una breve ventana de oportunidad para repensar sus planes de negocios. La clave de esa renovación es encontrar su lugar en las finanzas sostenibles: préstamos verdes y actividades de inversión.

En su "Revisión anual de la banca global 2022", los analistas de McKinsey dicen que esperan que las finanzas sostenibles vayan más allá de las actividades a veces de moda denigradas por algunos como "lavado verde" a una nueva fase que impulsará las necesidades de dicha banca en la vida cotidiana de la gente común.

Tal como están las cosas, en algunos sectores ese movimiento más allá de la moda ya ha ocurrido. El informe proporciona datos que invitan a la reflexión que indican cuánto ha crecido la financiación sostenible. A nivel mundial, los bonos sostenibles comprenden alrededor del 11 % del volumen total del mercado de bonos y los préstamos sindicados relacionados con la sostenibilidad representan alrededor del 13 % del mercado mundial de préstamos sindicados.

“Solo un pequeño porcentaje de bancos tiene capacidades a corto plazo para financiar algunas de las áreas florecientes más dinámicas, incluida la infraestructura a escala de red, el hidrógeno verde, los combustibles verdes, la biomasa y la captura y almacenamiento de carbono", afirma el informe.

Sin embargo, reconociendo eso, pronostica que los prestamistas de pequeñas empresas y consumidores verán oportunidades para el crecimiento de nuevos negocios a medida que ambos grupos se muevan voluntariamente o mediante la presión del gobierno hacia alternativas ecológicas para instalaciones, transporte y vivienda.

Las finanzas sostenibles inicialmente representaron el financiamiento de energía renovable, como la energía solar y eólica de manera importante, y los totales disminuyeron en 2022. Sin embargo, McKinsey espera que el volumen regrese en esos sectores, en parte debido a la influencia del gobierno, como la Ley de Reducción de la Inflación en los EE. UU. La firma estima que la extensión de la ley de los créditos fiscales existentes y la creación de otros nuevos podría casi duplicar la disponibilidad de energía solar y eólica en los EE. UU. para 2030.

Además, se ampliará la necesidad de formas adicionales de préstamos sostenibles. La firma estima que la cantidad de financiamiento necesaria para la adopción residencial de energía solar en todo el mundo aumentó a $ 40 mil millones en 2021, un aumento del 185% con respecto a los $ 14 mil millones de 2017.

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Publicado el 19/12/2023

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